Queridos hermanos en Cristo Jesús. Que la gracia del Dios todopoderoso les acompañe en esta hermosa mañana junto a su espíritu santo.

Les damos gracias por un nuevo amanecer lleno de motivaciones, de esperanzas, de salud, lleno de vida y sobre todo de abundante gozo espiritual.

Aprovechamos estos momentos para juntos con Dios, reflexionar sobre nosotros mismos, nuestras familias y todo lo que nos rodea. Y nos preguntamos: En que hemos sido bendecido en el día de hoy?  Cuáles bendiciones hemos recibido de nuestro amado padre celestial? Hemos sido agradecidos?

Recordemos que a pesar de las circunstancias de la vida Dios siempre nos sigue regalando su bendición.  Jehová Dios está en todo momento y en todo lugar.

Él nos dice en su santa palabra en: Proverbios 15:3

Los ojos de Yahweh están en todos sitios, contemplando el mal y el bien.

Él es un Dios de amor puro, para reconocer sus bendiciones debemos ser paciente.

La paciencia es una virtud.  Nos ayuda a ver el lado positivo de la vida en medio de las tempestades.

Romanos 12:12 nos dice:

Alégrense en la esperanza, muestren paciencia en el sufrimiento, perseveren en la oración.

Una vez que reconocemos que estamos llenos de esperanzas y hemos sido pacientes, Dios nos invita a ser firmes en la oración. La oración es el medio a través de la cual nos comunicamos con nuestro padre celestial. Siendo pacientes podemos tener el discernimiento y el entendimiento sobre las respuestas que esperamos de Dios cuando hablamos con él en la oración. Y es la forma de sentirlo y percibir sus bendiciones diarias.

Queridos hermanos que Dios les bendiga grandemente. Mantengan la fe, la esperanza viva en cada amanecer. Que el Dios de amor, el Dios de Abraham, el Dios de Moisés, de todos, nos proveerá en abundancia, nos dará la salud, y nos dará una vida nueva, si confiamos plenamente en su palabra y nos mostramos pacientes ante sus pies.

Estos son hermosos tiempos de reflexión, donde tenemos más de cerca a nuestro padre celestial. Aprovechemos la oportunidad para escucharles pacientemente. Pronto toda angustia y tempestad pasará y tendremos la satisfacción de haber adquirido un conocimiento nuevo o aprendido una lección de vida para la honra y su gloria.

Les deseo un feliz y hermoso día, lleno de amor para todos. Amén.